Hace unos días, un grupo de amigos partimos en busca de un árbol en la sierra de Cádiz, era un árbol que no veía desde hace diez años y tenía la intención de fotografiarlo de noche, con niebla. Lo preparamos todo para pasar 24 horas en la sierra pues estaba bastante retirado de la carretera, filmar todo lo que pudiéramos y realizar nuevas localizaciones. Había intentado recuperar toda la información posible para hacerme una idea del lugar, pues la memoria es difusa y los ojos de antes no son los de ahora. Algunas de las fotos que estáis viendo os daréis cuenta que están hechas con el móvil.
Nos movíamos por encima de los 1200 metros, pero un inesperado fin de semana de diciembre con temperaturas diurnas de 21 grados, nos sorprendió y la niebla ni las nubes hicieron apenas acto de presencia. Sin embargo, todas las espectativas sobre el lugar se superaron, es uno de esos sitios de donde acabas de volver y estás deseando regresar, un tesoro.
Pero lo mejor de todo es el momento vivido, dormir en la montaña, junto a lo que quieres fotografiar, a lo que estudias bajo ese cielo increíble de estrellas, las aventuras e historias compartidas con los amigos, eso es difícilmente superable.
Al final, las 24 horas se convirtieron en 48, y un proyecto de fotografía en muchos, aunque la última imagen de mi tarjeta, esa es la que me hace soñar cuando la veo pero me vais a permitir que la guarde un poquito más. Gracias a Javier Cano, Miguel Ángel Jiménez, Laura Rodríguez y Pedro Alcántara.
En la próxima entrada os comentare algunos nuevos materiales muy útiles para este tipo de proyectos y que ahora están disponibles en España.
Está muy claro: las fotos no aparecen de repente. Hay que ir a buscarlas, trabajarlas, tener un proyecto, saber lo que quieres. Y currarlo.
Saludos
Como bien dices, lo mejor es compartir esos momentos especiales en unos lugares increíbles y en compañía de buena gente. Un lujazo haber compartido unas horitas en el P.N. de Grazalema, aprendiendo mucho, pero sobre todo disfrutando de tu compañía, y de la de Laura, Javier y Pedro. Espero que la cosa se repita. Aprovecho la ocasión para mandarte un fuerte abrazo y desearte lo mejor de lo mejor (porque sé que será así, un año muy, muy especial) para este 2013 que acabamos de estrenar.