Os quiero contar hoy cómo hacer unas fotografías que, aunque en un principio parecían fáciles, a la postre me encontré con algunos problemas. Veamos cómo los solucioné.
El proyecto.
La idea era fotografiar distintas localizaciones con cigüeñas de noche, con exposiciones de un máximo de 30 segundos, utilizando ISOs entre 800 y 1600 con diafragmas muy abiertos de manera que las estrellas quedaran fijas en el cielo y muy visibles. Además necesitaba disparar los flashes, sincronizados con la cortinilla trasera, de forma que saltaran al final de la exposición para congelar las cigüeñas y, a la vez, rellenar con luz artificial algunas zonas de la fotografía.
Para acabar de complicarlo, las cigüeñas, que parecían confiadas en un primer momento, no admitían el hide tan cerca (algunas las he realizado con un 15mm), por lo que también había que disparar la cámara de manera remota, unas veces desde 20 metros y otras desde unos 100 metros. Hubo que hacer, previamente, distintas pruebas de exposición sin las cigüeñas para saber los parámetros que había que poner en la cámara, teniendo en cuenta si había o no luna, las luces parásitas de las ciudades y las distintas potencias de cada uno de los flashes, todo esto, lógicamente, antes de que se iniciara la época de cría.
El equipo
La cámara usada fue una réflex digital de formato completo con objetivos Zeiss 15 f2.8, 21 f2.8, 50 f1.4 y Nikon 16-35 f4 y un trípode ( Benro Traveller II) que lo pudiera colocar a ras de suelo. He trabajado, además, con entre tres y cinco flashes ( es importante desconectar el modo reposo de estos así como tapar los distintos leds con una cinta ) más los disparadores de la cámara y de los flashes.
Los parámetros de la fotografía que aparece arriba eran los siguientes:
Distancia focal: 35mm, exposición Manual, apertura f4, velocidad 30 segundos, ISO 1600, WB 4000, enfoque manual, distancia de disparo a la cámara120 metros, 2 flashes. El enfoque se realizaba previamente con la luz del día en la zona seleccionada teniendo en cuenta la profundidad de campo que teníamos con la apertura elegida. Hay que asegurarse que pasamos el enfoque a modo Manual para que no se active el autofocus cuando activemos el disparador remoto.
He elegido para disparar tanto la cámara como los flashes los Trigger de Pixel, el modelo Rook pues aunque no aparece en las especificaciones que disparan a la cortinilla trasera, lo hacen perfectamente. Estos disparadores tienen un alcance efectivo aproximado de 200 metros, los puedes utilizar como disparadores remotos para ambas cosas y, lo mejor, es su precio y efectividad. Los colocamos de la siguiente forma: Transmisor de disparo a distancia en mi mano para la cámara, un receptor en la cámara conectado a la entrada de 12 pines.
Un transmisor de disparo para los flashes situado en la zapata de flash de la cámara.Un receptor en cada flash master conectado a un distribuidor de señal.
Conclusión
Hay que tener en cuenta que, para las “confiadas cigüeñas”, la precaución de apagar las luces de los flashes o ponerles alguna cinta que las tape, además de camuflar bien la cámara y que el viento sople en la dirección correcta para que las aves miren hacia donde nos conviene, que estén ambos miembros de la pareja en el nido, disparar la cámara cada 5 minutos como mínimo para que no se espanten, etc…, muchas variables que requieren mucho trabajo pero con algunas fotos que merecen la pena. He de advertir que alguna toma ha costado años de intentos, aunque también con el paso del tiempo te das cuenta como han evolucionado tanto las cámaras como sus accesorios y que fotografías que antes eran imposibles de hacer, hoy son una realidad. Quedo a la espera de probar con impaciencia los nuevos trigger de Pixel , el modelo King Pro, con el cual podremos cambiar la potencia de los flashes desde una unidad de control.
En un próximo artículo os explicaré como utilizar un sistema similar para fotografiar los árboles de noche.
Magnífico trabajo. Una pregunta que trípodes utilizas?
Pablo, utilizo el Benro travelangel II y el Benro Traveller Flat.